Desde el primer momento, Rafa y Paulo decidieron abrir su hogar a niños, niñas y adolescentes de todas las edades. Creen firmemente que el acogimiento familiar es una forma poderosa de acompañar, cuidar y transformar vidas.
Hoy, se preparan con ilusión para su primer acogimiento: una niña de 12 años. Acogen esta nueva etapa con la esperanza de construir un lazo que perdure. Saben que será un camino de aprendizajes mutuos, desafíos y muchas alegrías.
Su experiencia profesional en el ámbito de la infancia les ha mostrado la profunda necesidad y el inmenso valor del acogimiento familiar.