La historia de Belo es la de tantas huidas. Belo corría despavorido por las calles, guiado por una perrita, también miedosa y gracias a la cual pudieron cogerlo pese al pánico que tenía a los seres humanos.
Poco a poco, Belo fue perdiendo su miedo y ese animal miedoso se convirtió en un ser magnífico que cada día confía más en las personas.
Belo, que disfruta al máximo cada oportunidad de pasear, se está haciendo mayor, y sus huesos se resienten con el frío. Un frío que solo acabaría con el calor de un hogar y el amor de una familia.