Perla apareció en muy malas condiciones junto a otro cachorro, Piny, que tuvo la suerte de ser adoptado hace unos meses. Los dos llegaron muy delgados, llenos de pulgas y con tantas garrapatas que no se les veían las orejas.
Es una luchadora, a su proceso de recuperación se suma una luxación en una de sus patas traseras. Una lesión por la que tuvo que ser operada por un traumatólogo y de la que se ha recuperado por completo.
Perla es una perra muy mimosa, sociable y a la que le encanta jugar con otros perros.
Le gusta muchísimo la gente, que le hagan caso, ser el centro de atención para devolver caricias sin final.
Es además, muy inteligente, muy pilla y ágil. Adora los paseos y es una perra muy alegre, llena de energía.